ONE YEAR ON – NPA REFLECTS ON ITS GREATEST CHALLENGE

October 29 2021 - Melbourne - October 29 marks one year since the issue by the Reserve Bank of Australia of the final banknote in its second polymer banknote series, the $100.  Of the more than 140 denominations that Note Printing Australia has printed in its history, the Next Generation Banknote (NGB) series was the greatest technical and production challenge NPA has ever taken on.  Print production for the nation’s second polymer banknote series started in 2016 with the first meeting between the RBA and NPA to discuss the new series on 11 June 2013, and pre-work was conducted for several years before this first official meeting.

“It was certainly a long journey – almost ten years," says NPA CEO, Malcolm McDowell.  "The RBA led the world to polymer banknotes and in recent years some countries we have great affinity with such as Canada and the UK have followed, and their notes were accepted as aesthetically very pleasing and each country lauded them.  There’s no doubt the NGB series reinforced the RBA’s reputation as issuing some of the world’s most innovative banknotes.” 

Printing the new series required NPA to undergo a transformation in equipment and technical knowledge the likes of which had never been contemplated previously. The printing of 26 security features using eight different printing methods made it one of the most complex notes ever produced, and the decision to maintain a flat security hierarchy for the banknote family meant the lowest denomination was as complex as the highest.

Significant capital investments were made in purchasing a new KBA Super line under the leadership of then-CEO Bernhard Imbach.  Dean McGrath, now Head of Technical Services, recalls the sense of urgency and challenge this created through the Pre-Production and Operations teams.

“The five dollar was clunky.  Everything was new,” says Dean.  “I was Design and Pre-Press Manager when we started NGB, and after the $5 was approved out of what was called the zero production run or start up trial, I happened to move into the Print Hall and managed the team for a couple of years, so it was an interesting to follow through from Design and Pre-Production into the Print Hall. It was very revealing – it was the genesis of the design for manufacture method that we’ve developed at NPA.”

One of the most compelling aspects of this journey with the Bank was the way the relationship developed over the duration of the NGB project.  As the NPA team matured with the development of each banknote, the more educated they became in managing risk and cost, which meant NPA’s confidence in its manufacturing capability increased proportionally. 

“By the time we arrived at the 20 and 100 dollars, our competency and confidence had reached a new level,” says Dean. “As an organisation, we emerged with a very clear understanding and view of our capabilities and value, thus these two banknotes are more representative of NPA as more mature products.  As we learned and developed, the manufacturing performance came along with it.”

Interestingly, the Operations management team went into NGB with great trepidation about the new features and the spoilage they would generate. 

“10 years later we’ve learned to effectively manage all causes of spoilage specific to the NGB series, and ironically our continuous improvement projects continue to focus on driving down the traditional causes of spoilage that are somewhat endemic to the security printing industry,” says Dean.

For Malcolm, Australia’s second polymer series goes down in NPA’s corporate history as a turning point in NPA realising its true potential as a security printer.

“When I reflect upon the series, one thing I'll be very thankful for is that very few organisations get to be associated with market leadership.  In all commercial industries it's what you strive to do – those of us associated with NGB can be very proud that we're associated with a globally leading product," he says.  “That sense of achievement is something the team at NPA carries with it as we march into the future.”

Texto en español

UN AÑO DESPUÉS: NPA REFLEXIONA SOBRE SU MAYOR DESAFÍO

El 29 de octubre se cumplió un año desde que el Banco de la Reserva de Australia llevó a cabo la emisión del último billete de su segunda serie de billetes de polímero, el de 100 dólares australianos.  De las más de 140 denominaciones que Note Printing Australia ha impreso en su historia, la serie de Next Generation Banknote (billetes de próxima generación, NGB) fue el mayor desafío técnico y de producción que NPA haya asumido.  La producción de impresión para la segunda serie de billetes de polímero del país comenzó en 2016, siendo la primera reunión entre el RBA y NPA para discutir la nueva serie el 11 de junio de 2013, y el trabajo previo se llevó a cabo durante varios años antes de esta primera reunión oficial.

“Sin duda fue un largo recorrido, casi diez años”, dice el director general de NPA, Malcolm McDowell.  “El RBA llevó al mundo los billetes de polímero y, en los últimos años, algunos países con los que tenemos una gran afinidad, como Canadá y el Reino Unido, han seguido el mismo camino, y sus billetes fueron aceptados como estéticamente muy agradables y cada país los elogió.  No hay duda de que la serie de NGB consolidó la reputación del RBA como emisor de algunos de los billetes más innovadores del mundo”. 

La impresión de la nueva serie requirió que NPA se sometiera a una transformación en cuanto a equipos y conocimientos técnicos como nunca antes se había contemplado. La impresión de 26 elementos de seguridad utilizando ocho métodos de impresión diferentes lo convirtió en uno de los billetes más complejos jamás producidos, y la decisión de mantener una jerarquía de seguridad plana para la familia de billetes implicaba que la denominación más baja era tan compleja como la más alta.

Se realizaron importantes inversiones de capital en la compra de una nueva súper línea de producción de KBA bajo el liderazgo del entonces director general Bernhard Imbach.  Dean McGrath, ahora jefe de servicios técnicos, recuerda el sentido de urgencia y el desafío que se creó a través de los equipos de preproducción y operaciones.

“El billete de cinco dólares era inadecuado.  Todo era nuevo”, dice Dean.  “Yo era director de Diseño y Preimpresión cuando comenzamos la serie de NGB, y después de que se aprobara el billete de 5 dólares tras lo que se llamó la ejecución de producción de valor nulo o puesta en marcha de prueba, me mudé a la Sala de Impresión y administré el equipo durante un par de años, por lo que fue un interesante seguimiento desde las áreas de Diseño y Preproducción hasta la Sala de Impresión. Fue muy revelador: fue la génesis del método de diseño para la fabricación que hemos desarrollado en NPA”.

Uno de los aspectos más convincentes de este recorrido con el Banco fue la forma en que se desarrolló la relación durante la duración del proyecto de NGB.  A medida que el equipo de NPA maduraba con el desarrollo de cada billete, más se instruían en la gestión de riesgos y costos, lo que significaba que la responsabilidad de NPA de dirigir el proyecto aumentaba proporcionalmente. 

“Cuando llegamos a la producción de los billetes de 20 y 100 dólares, nuestra capacidad y confianza habían alcanzado un nuevo nivel”, dice Dean. “Como organización, surgimos con una comprensión y una visión muy claras de nuestras capacidades y valor, por lo que estos dos billetes son más representativos de NPA como productos más maduros.  A medida que aprendíamos y desarrollábamos, el rendimiento de fabricación vino con ello”.

Curiosamente, el equipo de gestión de operaciones entró en el proyecto de NGB con gran inquietud sobre las nuevas características y el deterioro que generarían. 

“10 años después hemos aprendido a gestionar eficazmente todas las causas de deterioro específicas de la serie NGB, e irónicamente nuestros proyectos de mejora continua siguen centrándose en reducir las causas tradicionales de deterioro que son algo endémicas para la industria de la impresión de seguridad”, dice Dean.

Para Malcolm, la segunda serie de billetes de polímero de Australia pasa a la historia corporativa de NPA como un punto de inflexión en el desarrollo de su verdadero potencial como impresor de seguridad.

“Cuando reflexiono sobre la serie, una cosa por la que estaré muy agradecido es que muy pocas organizaciones se asocian con los líderes del mercado.  En todas las industrias comerciales, es lo que se esfuerza por hacer: aquellos de nosotros asociados con el proyecto NGB podemos estar muy orgullosos de estar asociados con un producto líder a nivel mundial”, dice.  “Esa sensación de logro es algo que el equipo de NPA lleva consigo a medida que avanzamos hacia el futuro”.